Archive for the ‘Síntesis de Libros.’ Category

EL TALENTO NO LO ES TODO

agosto 13, 2008

TALENT IS NEVER ENOUGH by Maxwell, John C.
Executive Book Summaries
Síntesis y Traducción

 

 Se ha hablado tanto sobre el talento que se ha terminado por convertirse en algo sobrevalorado y mayormente incomprendido. Cuando las personas logran grandes cosas, el resultado se atribuye a su talento pero esta no es más que la manera más común de malinterpretar el éxito. Si el talento por sí mismo es suficiente ¿por qué hay tanta gente talentosa sin el éxito que ‘merece’? Porque el talento representa una oportunidad para hacer bien las cosas pero, sin buenas decisiones y acciones, no resulta ni mínimamente suficiente. El talento es un regalo, el éxito debe ganarse.

Una vez que identificamos nuestros puntos fuertes, lo único que puede detenernos es la falta de confianza en nosotros mismos, es decir, la autolimitación. El potencial de cada quién es como una instantánea de lo que esa persona puede llegar a ser y creer en sí mismo es el motor necesario para alcanzarlo. Creer en uno mismo implica decidir que somos capaces de detonar nuestro potencial; implica creer en lo que hacemos. Esto nos dará el coraje necesario para crecer. Ser quienes podemos ser es una decisión.

Si realmente quieres llevar tu talento al máximo nivel, tu primer objetivo no será concentrarte en él, sino en el poder completo de tu mente. Lo que piensas controla todo lo que haces. Se suele separar la parte mental de la acción, sin embargo, actúan juntas. ¿Cómo reconciliar ambos aspectos? A través de nuestras expectativas. Los resultados provienen de las acciones y las acciones se originan en el pensamiento.

No obstante, no es el estado natural de las personas permanecer concentradas, se trata de un estado intencional. Resulta importantísimo porque tener talento sin concentrarse es como ser un pulpo en patines. La mayor parte de las personas sólo desean obtener buenos resultados, pero el deseo no es una estrategia. Si quieres resultados debes concentrarte en tus acciones. Si quieres llevar a cabo tus acciones con empeño, tus expectativas deben ser positivas. Y para ser positivo primero debes creer en ti.

Pero el talento y la estrategia tampoco lo son todo. Por sí mismos no conducen al éxito: se necesita pasión. Cuando se tiene pasión no importan los fracasos o contratiempos porque siempre se seguiremos adelante. Una persona con talento limitado pero con pasión ilimitada por lo que hace sin duda superará a aquél que es talentoso pero pasivo, sencillamente porque la pasión hace que no desistamos. La pasión produce energía. Sin ella, el camino al éxito se vuelve largo y tedioso. El secreto de la pasión está en que nos hace sentir vivos. La pasión en la base de la excelencia y la clave de la iniciativa.

 La iniciativa es el primer paso a dar sin importar a dónde queramos ir, conduce a todos los caminos. El lugar a dónde lleguemos no está determinado por la forma en que comencemos a andar el camino, sino en que de comencemos a recorrerlo. La iniciativa es la llave que abre la puerta de todas las oportunidades.

El mito más común acerca del talento es que las personas nacen con él. Esto es en parte cierto, pero la verdad es que las personas, incluso las más talentosas, son incapaces de desarrollar todo su potencial si no se avocan a la constancia y a la práctica. La práctica, la repetición y la experiencia son lo único que permite el completo desarrollo de los individuos. En este sentido, las personas somos como icebergs: el éxito es sólo la punta, un mínimo porcentaje de lo visible, y debajo hay un gran bloque de trabajo perseverante que lo sostiene. 

En realidad, el talento es una elección. Cuando decidimos seguir este camino, irremediablemente nuestra vida personal y profesional mejora, pero no sólo eso: también podemos hacer que la vida de los demás mejore al contagiarlos, aun sin darnos cuenta, de nuestra pasión por el éxito. Y este es el talento más grande de todos.

Inteligencia Social

julio 27, 2008

SOCIAL INTELLIGENCE. The new science of success
by Karl Albrecht.
Pfeiffer © 2005
304 pages

Síntesis y traducción

Fuente: http://www.amazon.com/…/dp/tags-on-product/0787979384

Para evaluar una situación social se requiere observar no sólo los intereses de la gente, sino también sus sentimientos y objetivos. Para obtener lo mejor de las personas, se les debe tratar con respeto. Escuchar requiere no sólo oír el punto de vista de los otros, sino comprenderlos y proceder a partir de ahí. Para responder, se requiere escoger las palabras adecuadas: las peleas raramente cambian opiniones o resuelven conflictos. Los comportamientos tóxicos son tan dañinos para el organismo social como ciertas sustancias para el cuerpo: la rudeza, la mala educación y la no empatía. Una actitud positiva siempre consigue respuestas igual de estimulantes. La inteligencia social trata todos estos temas pero, sobre todo, trata de identificar en nosotros mismos aquellos hábitos que nos gustaría conservar, aquellos que quisiéramos cambiar y los que podríamos mejorar o adecuar a las circunstancias.

La gente que posee este tipo de inteligencia suele atraer a los demás porque los hace sentir valorados, respetados y apreciados. Las personas que no saben manejar su inteligencia social, por el contrario, empequeñecen, enfadan o incomodan a sus semejantes. Hay personas que compulsivamente siempre intentan sobrepasar a los otros. Cuando caminan siempre intentarán ir adelante o en la carretera buscarán rebasarlos. Puede que lo hagan de forma inconsciente, pero los demás responderán inconscientemente también.

La inteligencia social se compone de los siguientes aspectos.

  • La presencia o ‘personalidad’. Se define como la impresión de nosotros mismos que dejamos en los demás. Comprende aspectos como el lenguaje verbal, el corporal, el aspecto físico y el carisma, que es el nivel de energía social que tenemos.
  • Autenticidad, a la cuál sólo podemos acceder cuando conocemos nuestros verdaderos objetivos y motivaciones. Algunas personas pueden ser socialmente inteligentes, pero carecen de ‘inteligencia emocional’. Pueden ser líderes de grupo pero fallan a la hora de intimar con los demás. Para poder conectar con los demás, hace falta ser auténtico.
  • Claridad. Supone la habilidad de expresarse eficientemente mediante el lenguaje. Los patrones del discurso determinan cómo las personas responden unas a otras en todos los niveles. Esto no significa que haya que explicarle todo detalladamente a los demás, pero sí se trata de plantear bien las ideas. Tener un vocabulario amplio y no caer en muletillas resulta útil para este propósito.
  • Empatía. Es la habilidad para tomar en cuenta los sentimientos del otro. La empatía es el ingrediente principal de la cooperación.

Desarrollar la inteligencia social resulta fundamental para mantener a flote cualquier tipo de organización, ya sea empresarial o incluso personal, como una familia. Cuando se practica hasta que forma parte de la naturaleza de nuestro comportamiento, nos proporciona diferentes opciones y beneficios. No existe un grupo social que sea ajeno a este tipo de inteligencia.